Las lesiones de rodilla son comunes, especialmente al realizar algún deporte. Las más comunes son las que se producen en los tejidos blandos (ligamentos y tendones). Sin embargo, también es posible que los huesos se dañen. En este artículo trataremos las lesiones más comunes, así como las causas y dolores que provocan cada una de ellas y finalmente su tratamiento y prevención.
El dolor de rodilla es una causa frecuente de visita a consultas médicas y puede afectar a personas de todas las edades.
Además, este dolor puede ser la consecuencia de una lesión en un ligamento, en un tendón o en el cartílago, pero también puede ser un síntoma más de una infección o de una enfermedad como la artritis o la gota.
El grado y tipo de dolor y su situación varían, dependiendo del motivo que lo origina, por lo que a menudo puede ser un buen indicador del tipo de lesión subyacente.
Las lesiones más comunes que cursan con dolor en la rodilla son las siguientes:
Los ligamentos conectan los huesos entre sí. Los que están por fuera de la articulación de la rodilla se denominan ligamento lateral interno y ligamento lateral externo. Estos sustentan la rodilla, proporcionando estabilidad y limitando el movimiento lateral. El ligamento lateral interno es un ligamento fuerte; sin embargo, puede sufrir un esguince o romperse por completo si la pierna estirada se tuerce al mismo tiempo que se mueve bruscamente hacia un lado. El ligamento lateral externo es una especie de cordón delgado y fuerte que recorre la parte externa de la rodilla, y conecta la base del fémur a la cabeza del peroné (uno de los huesos de la parte inferior de la pierna). En general, no se daña solo, pero es posible que haya que repararlo si te has dañado otros ligamentos.
Las lesiones de los ligamentos lateral interno y lateral externo pueden clasificarse de la siguiente forma:
Los ligamentos que están en el interior de la articulación de la rodilla se denominan ligamento cruzado anterior y ligamento cruzado posterior. Se denominan “cruzados” porque están en forma de cruz. El ligamento cruzado anterior cruza por delante del ligamento cruzado posterior. Estos ligamentos de la rodilla proporcionan estabilidad a la rodilla en diferentes posiciones, especialmente cuando la articulación de la rodilla se mueve hacia adelante y hacia atrás.
Los demás tejidos blandos que recubren la rodilla también pueden lesionarse. Se denominan “blandos” todos aquellos tejidos del cuerpo que no son huesos.
Si practicas algún deporte que implique hacer girar la parte superior de la pierna mientras el pie queda fijo en el suelo puede desgarrarse el cartílago de la rodilla. A medida que la persona envejece, el cartílago se va desgastando (se degenera), lo cual aumenta la probabilidad de desgarros, incluso con lesiones mucho menores.
El uso excesivo de la rodilla también puede dar lugar a que el tendón rotuliano se desgarre. El tendón rotuliano conecta la rótula con los músculos del muslo.
También existen otra serie de lesiones que pueden originarse por problemas de rodilla mecánicos o por alguno de los múltiples tipos de artrosis existentes.
De tipo mecánico:
De tipo artrítico, aunque existen muchas más, estas son los problemas de rodilla más recurrentes:
Los síntomas asociados a la mayoría de las lesiones de los ligamentos de la rodilla son similares, independientemente de cuál sea el que se haya dañado.
Si sientes dolor en la rodilla, inflamación, inestabilidad o has notado que “algo ha estallado o se ha roto” en tu rodilla, consulta con tu médico de cabecera o fisioterapeuta.
Los síntomas de lesión de rodilla pueden incluir los siguientes:
Si se dañó el cartílago de la rodilla, no sentirás dolor directamente; sin embargo, podrías experimentar cierto grado de dolor en la rodilla o molestia a consecuencia de la inflamación que produce la lesión. El dolor pudiera presentarse en la parte interna o externa de la articulación de la rodilla (según la rodilla en que se haya dañado el cartílago), y es posible que haya cierta inflamación.
Si tienes alguno de estos síntomas, consulta a tu médico de cabecera o fisioterapeuta.
Puedes lesionarte la rodilla en los siguientes casos:
Tumédicodecabecera o fisioterapeuta te preguntará cuáles son tus síntomas y te examinará. Durante el examen, el médico podrá palpar la articulación, presionando suavemente la rótula para determinar si hay acumulación de líquido, en particular si la rodilla no muestra gran inflamación. Tu médico de cabecera o fisioterapeuta te pedirá que describa cómo se produjo la lesión, dónde te duele y qué tipo de dolor sientes.
Además, podrás examinar tu rodilla flexionándola y extendiéndola, así como moviendo la pierna en diferentes posiciones mientras permaneces acostado o sentado, a fin de determinar si hay alguna lesión en los ligamentos o los tejidos blandos.
Tu médico de cabecera o fisioterapeuta podría pedirte que realices movimientos tales como dar un paso, agacharse o brincar.
Es posible que se te indique realizar otros exámenes en un hospital o una clínica. Estos pudieran incluir un estudio de resonancia magnética (MRI), un ultrasonido o, en ocasiones, una radiografía. Estos exámenes podrían ayudar a diagnosticar lesiones más graves o complicadas.
Los tratamientos que recibirás dependerán del tipo y de la gravedad de la lesión que tengas.
Para tratar cualquier tipo de lesión en los tejidos blandos de la rodilla, utiliza el método “PRICE”. El método PRICE, por sus siglas en inglés, significa lo siguiente:
Existen algunas precauciones que puedes tomar para tratar de disminuir el riesgo de dañarte los ligamentos de la rodilla.
Además, muchos tipos de dolores de rodilla leves responden muy bien a este tipo de cuidados.
Fuente: Bupasalud
Opiniones de nuestros clientes
Recibe nuestras novedades