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Pronador o supinador, ¿Cómo es tu pisada?

Ni pádel, ni fútbol, ni natación. En los últimos años, el running es el deporte que más se ha puesto de moda, en sus diferentes formas. El creciente interés por esta actividad física ha despertado el interés de aficionados, profesionales y especialistas.

Sin zapatillas no hay running. De ahí, el interés de algunas tiendas y clínicas, que ofrecen a sus clientes la posibilidad de realizarse un estudio de la pisada.

¿Eres pronador o supinador? Es la duda que muchos intentan responder cuando se inician en el running, una cuestión que no es del todo correcta porque todos los corredores pronan y supinan en un momento determinado del ciclo de la marcha, señalan los especialistas de Quirón Salud.

Cuatro fases de la zancada

Antes de explicar la diferencia entre pronador o supinador, estos especialistas aclaran que lo primero es saber que la zancada del corredor se compone de cuatro fases llamadas rocker. Primero está la fase de apoyo inicial o rocker I (10 % del ciclo de la marcha), que es cuando contacta el talón con el suelo. 

A esta le sigue la fase de apoyo completo o rocker II (20 %), momento en que toda la planta del pie contacta con el suelo. En esta segunda fase, es donde diferencian los corredores pronadores de los supinadores.

En este momento el corredor puede pronar ligeramente el antepié con respecto al talón o también podría pronar excesivamente. Es decir, someter la planta a una tensión excesiva, apareciendo las lesiones habituales tipo fascitis plantar o espolón calcáneo.

También puede suceder que prone muy discretamente, hasta el punto de casi supinar el antepié con respecto al retropié. En este último caso se pierde parcial o totalmente la fuerza de despegue que aporta el dedo gordo. El resultado: lesiones en el lateral del pie, de acuerdo con Quirón Salud.

Desmontando tres grandes mentiras

Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), llaman a no hacerse un estudio de la pisada en una tienda de deportes. Estos recomiendan acudir a un especialista, en tal caso.

Además, los podólogos valencianos advierten de tres grandes mentiras acerca de los pronadores o los supinadores.

1. El pie es mucho más que eso. No se puede clasificar un pie como pronador o supinador, porque es mucho más complejo. Para analizarlo, hay que tener en cuenta tres partes: retro pie, medio pie y ante pie. En cada uno de estas unidades anatómicas puede haber un movimiento diferente. Se puede producir una flexión plantar, una inversión o eversión y una pronación o supinación. Todos estos movimientos se pueden dar durante la marcha normal del pie.

2. Además, en un análisis de la biomecánica de la marcha hay que saber que los movimientos del pie están condicionados por la estructura de las extremidades inferiores, la cadera, la rodilla, el tobillo y la musculatura. Esto supone que el pie puede ser pronador o supinador y no causar dolor.

3. Pronar no es malo. Según ICOPCV, la pronación es un movimiento fisiológico del pie. Es malo pronar cuando hay un exceso de pronación, defienden estos especialistas. Y solo corresponde a un podólogo valorar si este movimiento del pie puede llegar a ser problemático o no.

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